Fotógrafa profesional especializada en Moda y Beauty

En esta entrevista, Inés García Baltar revela cómo es la relación entre la fotografía y el maquillaje y los desafíos y particularidades que son necesarios afrontar al momento de realizar cada producción.

Desde chica, Inés miraba revistas importadas como Vogue, Elle, Harper’s Bazaar y se sentía maravillada con las imágenes y los maquillajes. Recuerda que cortaba bocas y ojos maquillados para hacer collages y decorar sus carpetas del colegio.

“Después empecé a sacarle fotos a mis hermanas, producidas y maquilladas. Estudié Diseño Gráfico durante tres años hasta que me di cuenta de que a todos mis trabajos prácticos los encaraba por el lado de la imagen y ahí fue cuando decidí estudiar y dedicarme a la fotografía”, confiesa.

¿Cómo llegaste a hacer moda y beauty?
Siempre supe que me gustaba, que quería hacer lo mismo que veía en aquellas revistas en mi infancia. En todas las publicaciones leía la pequeña reseña o biografía de los colaboradores y el denominador común era que todos antes trabajar, por ejemplo en Vogue, habían sido asistentes de grandes fotógrafos. Así fue que hice una lista de los fotógrafos de moda que más me gustaban, llamé a Roca Cherniavsky, tuve la suerte de que se habían quedado sin asistente y terminé trabajando tres años con ellos. Fueron mis maestros y muy generosos conmigo. Allí conocí a Bettina Frúmboli, nació nuestra amistad, empezamos a trabajar y hacer fotos juntas. Varias veces por año nos reuníamos por amor al arte a probar, experimentar y hacer cosas lindas, por necesidad a expresarnos. Esos momentos son de los que más disfruto.

¿Qué importancia tiene un buen maquillaje?
Es fundamental. La piel de la modelo debe estar bien tratada, debe lucir pareja sin que la base se note. Además, es clave la simetría en el make up de los ojos así como la prolijidad en las bocas y las cejas. Un mal maquillaje, técnicamente o en cuanto a la decisión de formas y colores no acordes a la modelo, quita un poco de belleza y dificulta el trabajo para lograr buenas fotos. La idea es que la modelo esté impecable y que el retoque digital sea casi innecesario.

¿Qué importancia tiene la luz en una sesión fotográfica?
Una buena puesta de luces es lo que hace o no profesional a la imagen, es lo que resalta o no la belleza. Hay que saber elegir qué luz es adecuada para lograr el clima que buscamos y para resaltar determinados rasgos.

Inés junto a Dolores Barreiro y Bettina, en la presentación de Chicas de Tapa.

¿Cómo es la dinámica de trabajo entre fotógrafa y maquilladora?
Todo depende del tipo de trabajo. Personalmente me gusta involucrarme mucho y estar en los detalles. Lo primordial es que la modelo esté increíble, resaltar su belleza o potenciarla. Esa es la clave de todo, embellecer. Generalmente, nos ponemos de acuerdo con el tipo de luz y el tratamiento de la piel, para ir por el mismo camino y que la luz ayude al maquillaje o viceversa. Se trata de trabajar en conjunto, planteando dónde poner el foco, si en la boca o en los ojos, qué paleta de colores se usará, la ropa y el fondo, para lograr que todo se vea maravilloso y conseguir el resultado esperado.

¿Tienes “prohibidos” de maquillaje para una sesión fotográfica y cosas que sí o sí deben estar?
No tengo “prohibidos” a la hora del maquillaje, lo único a lo que estoy atenta es al uso de pestañas postizas. Me encantan y me atraen, sobre todo las que van de costado, pero hay veces en que si son muy tupidas o todas enteras hacen que el ojo pierda vida y expresividad.

¿Cuál es la diferencia entre una foto para una campaña, a una para una nota?
En una campaña hay un brief, yo no decido que foto hago o no. Se pauta y charla todo con anticipación con el cliente y/o agencia. Uno va a la producción con las decisiones ya tomadas o casi tomadas. A veces se hacen pruebas de make up y pelo, lo ideal sería hacerlo siempre para poder ajustar o cambiar antes del día de la toma definitiva. En cambio, en una nota, hay más libertad, estéticamente se puede volar más y la idea generalmente se crea y decide entre fotógrafo y productora; la revista quizás da la pauta acerca de la indumentaria. También depende para qué revista sea, algunas te dan libertad absoluta y otras tienen una línea comercial, clásica o apuntan a determinado público en donde te encuentras un poco más acotada, en donde hay permitidos y no permitidos. Cada trabajo tiene sus desafíos, hay veces que la libertad absoluta también paraliza y limita.

Para terminar, ¿cuáles son tus estilos de make up artists preferidos?
Me gusta la variedad, no tengo un estilo de make up para fotos determinado. Trabajo casi siempre con Bettina Frúmboli y las chicas de su Estudio, que realmente son todas súper creativas y unas genias. Todas tienen su estilo particular y lo bueno de trabajar con diferentes personas es que las propuestas, así como los gustos, son distintas. Eso hace que los maquillajes también lo sean. Me encantan, además, los make up cargados y los que casi no se ven o tienen un mínimo detalle; también lo arty y tratar de llevar el maquillaje a lo extremo, siempre que la belleza sea el principal objetivo. Por otra parte y por último, confieso que no tengo referentes de afuera específicos, pero sí sigo a muchas maquilladoras de afuera en Instagram para estar informada, ver imágenes, colores, recursos e inspiraciones.