Tendencias y tips para un delineado impecable
Tienen la particularidad de hacernos más interesantes. A veces nos dan aires nocturnos, otras nos ayudan a resaltar nuestra belleza, a alargar los ojos o, incluso, a achicarlos. Los diferentes tipos de delineados son, sin dudas, un ítem infaltable del make up de toda mujer.
Colita, recto, arriba y abajo, cateyes, más grueso o más finito y hasta el clásico de los años ’40 y ’50. ¡Todo está permitido! El quid de la cuestión es saber cómo hacerlos correctamente, cuándo beneficiará a la persona que quiere lucir ese tipo de delineado y cómo combinarlo. Por ejemplo, si antes lo acompañabas con una boca colorada, hoy la tendencia indica que los mejores aliados son las sombras de colores, a los que se les suman diversos tonos labiales.
¿Cuál elijo?
En el mercado, por suerte, hay cada vez más productos para maquillarnos. Y cada uno ofrece una textura diferente: lápiz, delineador líquido, crayón, en gel y hasta sombra son algunos de los que comúnmente utilizamos para remarcar los ojos. Para el día o para cuando tienes poco tiempo, el lápiz o el crayón son los mejores, ya que con ellos lograrás un delineado poco rígido y son fáciles de aplicar. En tanto, si eres perfeccionista, entonces no pueden faltarte el delineador líquido o la pasta delineadora. Sobre todo para los looks nocturnos, que requieren mucha paciencia para conseguir resultados más sofisticados. Un truquito de maquilladora profesional es usar una cinta quirúrgica por debajo del contorno del ojo para así lograr un trazo que, cuando retires la cinta, se verá impecable.
¡Cuidado!
Dicen que la mejor manera de aprender es de los errores propios. Pero para que nada arruine tu make up, te contamos algunas de las conductas que hacen que un maquillaje se malogre, así las evitas. Uno de los errores más comunes es empezar el delineado con un trazo grueso. Lo ideal es comenzar muy despacio con una línea finita, que te permitirá ir evaluando cómo se va adaptando al ojo, para así poder decidir si amerita que lo hagas más grueso o no.
Por último, otro de los desaciertos es no tener en cuenta la forma del ojo, ya que cada uno requiere algo diferente. Por ejemplo, a los ojos grandes así como a los almendrados les sienta bien cualquier tipo de delineado, pero en el caso de los hundidos, los más chiquitos o, incluso, los de párpados arrugados, no.