Pieles grasas: cómo elegir los productos de maquillaje correctos

La piel grasa se caracteriza por generar un exceso de sebo que produce un aspecto brillante, aceitoso, poros dilatados y visibles, textura gruesa y grasosa al tacto. Es una piel sensible a las infecciones, dado que el exceso de grasitud tapa los poros convirtiéndolos en puntos negros y espinillas, algo muy común en adolescentes por el aumento de la actividad hormonal de la edad. Por eso, es esencial mantenerla limpia y no descuidar la humectación.

Para limpiar este tipo de piel, lo mejor es optar por un tónico facial que no sea oleoso ni contenga alcohol para no irritar. Luego, elegir un producto con componentes especiales para cutis grasos a la hora de hidratar, como geles no oleosos, cremas sin aceites o emulsiones reguladoras de producción sebácea. Pero los cuidados no terminan allí, antes de empezar la rutina de maquillaje, es importante decidir y asesorarse sobre qué productos ayudan a este tipo de piel.

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El primer o pre base es ideal para disimular las irregularidades de la piel, previene la sobreproducción de grasa en el rostro y fija el maquillaje. Lo mejor es elegir aquel que contenga agentes matificantes para eliminar el brillo.

Luego, es el turno de la base, que tiene que ser ligera, líquida, libre de aceite y antibrillo. ¿Cómo aplicarla? Con una brocha, prohibido usar los dedos, dado que incrementarían la oleosidad del rostro.

Para elegir el color correcto, hay que tener en cuenta el tono del escote para no fallar. Siempre hay que probar la base en el mentón o en la línea superior de la mandíbula y no en las manos porque suelen ser más oscuras.

Atención: solo colocar la base en el cuello si existiese mucha diferencia de tono con respecto a la cara y el escote.

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