Aplicar la base de maquillaje con esponjas o brochas?

esponjas

Fáciles de manipular y generalmente accesibles, las esponjas son las más elegidas por las amateur a la hora de comenzar a maquillarse. Las tradicionales de látex suelen ser las más económicas y son desechables, lo que evita cualquier infección o irritación. Ideales para las bases compactas de mayor cobertura, le dan un acabado excelente a la piel. Sin embargo, tienen su desventaja: absorben mucho producto y obligan a colocar varias capas para lograr un tono uniforme.

Por otro lado se encuentran las esponjas beauty blender, de última tecnología y un poco más caras pero perfectas para aplicar maquillaje líquido. Gracias a sus diversas formas, se puede utilizar una sola para colocar productos diferentes.

Atención: no olvidar enjuagarlas después de cada uso. ¿Lado B? Si la piel no está correctamente hidratada, la esponja puede dificultar el trabajo.

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brochas

Aunque requieren de cierta inversión, las brochas son las aliadas indiscutibles de cualquier make up artist. Existen dos tipos según sus cerdas, natural y artificial. Si se opta por productos grasos y fluidos, lo mejor son los pinceles con cerdas artificiales, en cambio, las brochas de pelo natural son más adecuadas para distribuir el maquillaje en polvo. Para las bases líquidas, las mejores son las de fibra dúo, que le dan a la piel un terminado muy natural y no dejan margen de error. En el caso de trabajar con un rostro difícil, lo ideal son las brochas clásicas de bases, ultra tupidas, para lograr mayor cobertura.

Los expertos recomiendan fusionar las herramientas para un mejor resultado.
Por ejemplo, optar por la brocha para colocar la mayor parte de la base y trabajar los detalles dando pequeños toques con una esponja.