Sérum facial: ¿Por qué elegirlo para la rutina diaria de belleza?

Las rutinas de cuidados faciales son cada vez más personalizadas y tienen en cuenta las necesidades específicas de la piel.

Dentro de esta nueva generación de productos, se encuentran los sérums o sueros, que se caracterizan por combinar una alta concentración de activos con una textura muy fluida, casi líquida, y libre de aceites.

Esto permite que su acción llegue a las capas más profundas de la dermis, logrando resultados más visibles en menos tiempo.

 cuáles son su efectos

Las mejores razones para utilizar sueros faciales es su poderosa acción en la apariencia de la piel. Además podríamos nombras las siguientes:

• Potencian el efecto del tratamiento diario. Los sérums hacen un dúo perfecto con las cremas convencionales. Por ejemplo, se puede combinar una presentación con poder hidratante con otra antimanchas o nutritivo e intensificar el efecto de la rutina de belleza.
• Facilitan la aplicación de otros productos. Su acabado aterciopelado ayuda a extender mejor otros cosméticos, como el protector solar o la base de maquillaje.
• Penetración: Su fórmula ligera está ideada para penetrar profundamente en las capas de la piel a las cuales otros productos no llegan.
• Tienen una rápida absorción. Esto hace que la piel quede impecable y sin sensación de oleosidad. Algo muy valorado por quienes tienen la piel grasa.

PARA QUÉ SIRVE EL SÉRUM

Como sucede con otros productos, los sérums están diseñados para atender exigencias cosméticas concretas. Existen compuestos antiage, hidratantes, antioxidantes, anti manchas, energizantes o pensados para rescatar la luminosidad perdida.

Según la indicación del experto en belleza, se puede utilizar en capas y así, atender distintas cuestiones de la piel.

cÓMO Y CUANDO APLICARLOS

Deben colocarse sobre la piel luego de la limpieza con un producto específico y aplicar tónico facial. Al seguir fórmulas concentradas, unas cuatro o cinco gotas suelen ser suficientes para cubrir el rostro, el cuello y el escote.

Para completar la secuencia, algunos especialistas recomiendan colocar luego una crema hidratante. Esta actuará como una película selladora del resto de los productos.